En Tavira, en el Algarve portugués, se encuentra una de los rincones más curiosos del país: la Playa de Barril.
Su atractivo no radica en sus aguas limpias ni sus finas arenas, sino
en más de doscientas anclas oxidadas que se alinean a lo largo de la
playa. Es el cementerio de ancla
Declarado Lugar de Interés Etnológico, esta construcción del siglo XVIII
es uno de los lugares con más personalidad de la provincia de Huelva columbario con 70.000 palomeras